soñar es gratis

Era una rubia de bote con una raíz muy negra, con cara de pocos amigos, el rictus serio y un escote generoso. Sin sujetador.
Se sentó delante mío, no me miraba, estaba a sus cosas pero sabía que yo la estaba observando...
Empezó a pasear los dedos por entre sus pechos, acariciandose en ocasiones el escote; así durante un buen rato y en cortos intervalos y cuando parecía que no podía tener más sangre acumulada en el mismo punto me miró a los ojos, se inclinó hacia mi -haciendo constatar la belleza de sus senos- y me susurró si quería que la acompañase al baño.
¡Dios mío! Estaba flipando, no podía creer que esto ocurriese, que existieran mujeres así, que esto era grandioso...Entonces me pregunté si estaría a la altura y en el mismo momento en que formulaba esta pregunta otra voz susurrante me decía: "deja de fantasear, de ver peliculas porno y ponte a estudiar que tienes examen".
¡Mierda! Hay voces que no deberian hablar.